El valor de ser mujer


Muy buenos días estimados lectores. Esta semana hablaremos del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo. Pero, sabían que esta celebración comienza a partir de una tragedia en una fábrica de Nueva York donde cientos de mujeres inmigrantes murieron quemadas o por saltar de un 5º piso tratando de huir del fuego, ya que los dueños las encerraron como si fueran esclavas hasta que ellos lo consideraran pertinente? Como siempre, “muerto el niño, a tapar el pozo…”. ¿Por qué tenemos que esperar a que suceda un suceso así para revisar lo que está pasando.
Y, hablar del Día Internacional en México es todo un tema ¿Sabías que 7 de cada 10 mujeres en México sufre algún tipo de maltrato? ¿Hasta cuando vamos a seguir permitiendo esta situación? Hemos transigido nuestros valores, nuestra dignidad de muchas maneras. No recordamos que el valiente vive hasta que el cobarde muere… Nos sentimos muchas veces víctimas de los hombres, pero te quiero decir una cosa; la primera vez que alguien te ejerce el maltrato, es su responsabilidad, pero si lo sigues permitiendo, es una responsabilidad compartida, ya que nadie te obliga a estar allí. Sin embargo, tristemente lo veo en consulta y en mis grupos continuamente; estamos dispuestas a permitir un sin fin de situaciones que afectan nuestra integridad y nuestro autorespeto, con tal de no estar solas o de obtener unas migajitas de amor… Lo peor, es que eso es lo que le enseñamos a nuestras hijas y esto se va permeando de generación en generación.
Por otra parte, ¿hasta cuándo vamos a seguir copiando modelos y formas de ser que no son nuestras ni nos corresponden? Nosotras somos las generadoras de la vida, familia y comunidad, no somos nada más una matriz biológica, somos generadoras de belleza, armonía, alegría y valores.
Todas tenemos un poco de misticismo, de instinto y de sabiduría interna que no oímos o de lo que estamos desconectadas. Seguimos masculinizándonos en muchas áreas de la vida, queriendo ser como los hombres, tratando de mostrarnos todo el tiempo fuerte, valiente, aguerridas, invulnerables, no pidiendo ayuda; siendo esto, un gran peso para muchas. Otras tomamos el papel de “la damisela en peligro”, sintiéndonos víctimas de las circunstancias, recargándonos siempre en otros para no tener que tomar las riendas de nuestra vida.
Si queremos celebrar verdaderamente a la mujer, sería importante que cada quien se replanteara varios aspectos,  en primera instancia; quién soy, para qué estoy en este mundo, qué quiero aportar y cómo lo quiero aportar, cómo me gustaría disfrutar la vida (ya que muchas mujeres viven en el papel eterno del “deber ser” y se olvidan del “querer” ser), ¿pongo límites?,  ¿pido lo que necesito?, ¿me cuido?, ¿me considero valorada y amada?, ¿me respeto?, ¿tolero conductas de otras personas que ponen en riesgo mi integridad física o emocional?, ¿permito que otros decidan por mí? ¿doy sexo a cambio de amor sintiéndome cada vez más vacía y usada?, ¿tiendo a “sacrificarme” por los demás? Todo esto con el fin de reconocer y reconciliarme con mi propia naturaleza femenina.
Me parece importante fomentar en las niñas el amor al estudio y a la lectura, a las artes, para que tengan las herramientas necesarias para salir adelante económica y profesionalmente en la vida. Apoyarnos en la generación del autoempleo para que podamos trabajar desde  casa y que poder estar con nuestros hijos. Es el momento de unirnos desde el apoyo hacia nosotras mismas, en vez de la rivalidad con nuestras propias congéneres. En lugar de juzgar a las demás, analiza cuál es la proyección de ti misma y asimílala.
Mujeres tenemos mucho que hacer, pero no desde el odio hacia los hombres, no desde la competencia con ellos, sino desde la aceptación de las diferencias y del crecimiento a partir de ellas. Si nosotras nos empoderamos, vamos a ayudar a que ellos también tomen su buen poder, no el del “macho”, sino el del hombre que gusta de “hacer” para su mujer y su familia.
Te invito a que sueltes tus miedos  y culpas, que te perdones por los errores cometidos e intentes enfocarte de aquí en adelante en lo que puedes hacer por ti, por tus hijas y por las demás mujeres de nuestro amado México. ¡Tenemos chamba niñas!!!!!!


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