Los 12 pasos del perdón (2ª. Parte)


Estimados lectores, espero hayan pasado unos días de reflexión y descanso maravillosos… El día de hoy vamos a continuar con el libro de Paul Ferrini, “Los doce pasos del perdón” que comenzamos la semana pasada. Si te lo perdiste, con gusto puedes enviarme un correo y te lo envío.
Segunda piedra angular:
La clave para hallar nuestra igualdad con los demás reside en nuestra práctica individual para asumir nuestra responsabilidad. Mientras nos hagamos cargo de la responsabilidad sobre nuestra propia vida, no estaremos poniendo cargas innecesarias sobre nuestros propios hombros, ni expectativas inadecuadas en los demás.
5º. Paso: Abandona la culpa y deja de juzgarte. Tanto si me doy cuenta, como si no, siempre estoy atacándome. Tal vez crea que estoy atacándote, pero esto es solo una ilusión. Por supuesto que, a veces tú también crees en mi ilusión y  te sientes ofendido. Así es como funciona el mundo.
Pero, en verdad, yo no puedo atacarte. Sólo puedo atacarme a mi mismo; ya que todo lo que proyecto sobre ti, siempre vuelve a casa, vuelve a mi. El pensamiento es el boomerang perfecto, siempre vuelve a la persona que lo envía.
6º. Paso: Acéptate como eres y acepta a los demás como son. La aceptación es divertida. Por un lado estamos diciendo, acepta tus errores y aprende de ellos. Por otro, estamos diciendo, acéptate tal como eres. Decimos, acepta tu oscuridad y llévala a la luz. Pero, a veces, cuando trato de llevar la oscuridad a la luz, es la luz la que parece desaparecer. Entonces, tengo ante mi una elección muy simple; puedo condenarme a mi mismo, sentirme un fracasado; condenar a Dios y al mundo, o aceptar donde estoy.
Cuando hago esto me convierto en la luz que estaba buscando. Cada gesto de auto-aceptación desvela la luz interna y ayuda a aligerar el camino.
7º. Paso: Ponte dispuesto a aprender y a compartir. Un Curso de Milagros dice que enseñamos lo que necesitamos aprender. Cuando me pongo en pie para compartir mis experiencias contigo, estoy reforzando mi aprendizaje. Al compartir profundizo en lo que he aprendido. Tomo un conocimiento espiritual, lo personalizo y lo llevo al corazón.

8º. Paso: Sé tu propia autoridad. Seamos claros; ser tu propia autoridad, no significa ser autoridad para nadie más. Simplemente no dejas que alguien más sea una autoridad para ti. Todo el mundo es libre de elegir y todo el mundo es libre de las elecciones que hace.
Entiende que no te estás responsabilizando de ti mismo cuando; dejas que otra persona decida por ti o cuando tú decides por otra persona. Eso es codependencia. Eso no te fortalece a ti ni fortalece al otro.
Tercera piedra angular: Confía en tu vida
Buena parte de nuestra vida nos lleva a nuestras fronteras y nos deja allí. Nos dice: “Tú no estás limitado a lo que queda dentro de estas fronteras”. Para confirmar esta intuición, nos damos cuenta que vamos chocando con todos los límites que nosotros hemos creado.
9º. Paso: Acepta la lección. La vida nunca trae lo que yo espero. Si la vida lo hiciera, ya no aprendería nada más. Inevitablemente mis expectativas deben quedar frustradas para que yo pueda tener acceso a una realidad más profunda y más amplia. Cada lección que me llega trata de hacerme despertar, no de castigarme.
10º. Paso: Todo está bien tal como está. Trata de cambiar tu percepción acerca de los hechos, ver las cosas de otra manera. Reconocer nuestro miedo y comprender que lo que queremos siempre es Amor. Y si no podemos cambiar nuestra percepción, entonces simplemente tomar conciencia de que no podemos. Todo lo que ocurre en nuestras vidas sólo tiene la intención de retirar los impedimentos a la presencia del Amor y llevarnos a la Paz.
11º. Paso: Mírate en el espejo. Donde quiera que miremos, veremos nuestra propia sombra. Todo lo que vemos fuera, confirma nuestra realidad interna.
12º. Paso: Abre tu corazón. La manera más fácil de abrir tu corazón es pedir ayuda u ofrecerla. La puerta del corazón no puede abrirse si no le das permiso para que se abra. Pedir es dar permiso. Es una invitación a los demás para que viertan su amor en ti.
¡Felices Pascuas!!!


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