Anatomía de las emociones

¡Feliz semana amigos! El día de hoy, daré continuidad al artículo de la semana pasada sobre el libro “Dejar ir” del Dr. David R. Hawkins, el cual, es una verdadera maravilla… 

Él, hace una clasificación sumamente interesante de las emociones y sus consecuencias. 
Es bien sabido que todo en este universo es energía, donde las emociones no son la excepción. Lo semejante atrae lo semejante, de tal forma que, cuando vivo con muchas emociones negativas a lo largo del día, atraigo más situaciones que me generen más emociones negativas, de tal manera que se vuelve un círculo vicioso… Les recomiendo que lean o vean en You Tube al Dr. Joe Dispenza, quien habla acerca de las adicciones emocionales. Cada nivel de conciencia es calibrado en una escala logarítmica de poder energético que va del 1 al 1000. El nivel de iluminación es de 1000 y corresponde a la energía de Jesucristo, Buda y Krishna. Por el contrario, la vergüenza tiene la escala menor de 20, cercana a la muerte.

Curiosamente, “el coraje”, cuya escala es 200, representa el punto crítico que marca el cambio de energía negativa a positiva.  Es importante aclarar, que “coraje”,proviene del latín “cor,”  que significa “corazón”, y significa tener valor, echar el corazón por delante. Esta emoción es la que nos lleva a enfrentar los desafíos de la vida y nos hace más fuertes, además, cuando aprendemos a sortear los obstáculos, ayudamos a otros a vencer sus miedos. A continuación, les muestro la lista de las principales emociones y sus valores energéticos:
·         Paz (600)
·         Alegría (540)
·         Amor (500)
·         Razón (400)
·         Aceptación (350)
·         Voluntad (310)
·         Neutralidad (250)
·         Coraje (200)
·         Orgullo (175)
·         Ira (150)
·         Deseo (125)
·         Miedo (100)
·         Sufrimiento (75)
·         Apatía (50)
·         Culpa (30)
·         Vergüenza (20)
Del orgullo hacia abajo son las escalas vibratorias menores, lo cual representa, menor energía, menor poder, peores circunstancias en la vida, relaciones más pobres, menor abundancia y amor, peor salud. Son personas a las cuales se les evita y se encuentran rodeadas de gente del mismo nivel. Una vez que, ascendemos al coraje, incrementamos la eficacia, el éxito y la abundancia con menor esfuerzo. Nos rodeamos de personas más positivas y exitosas, emitimos una energía muy positiva y contagiosa para los que nos rodean, “brillamos”, los demás quieren estar cerca de nosotros, atraemos a los animales e influimos positivamente en la vida de otros.
Pero, ¿qué hacemos con estas emociones negativas? En primera instancia, revisar los pensamientos similares donde se produzca una sensación corporal similar. Registrar claramente la sensación, por ejemplo, taquicardia, sudoración, palpitación en el pecho, opresión, dolor de estómago, tensión muscular, fruncir el ceño, llanto continuo, etc. Después, aceptar estas sensaciones sin reprimirlas ni controlarlas. Una vez que hagamos esto, solas se empezarán a ir hasta agotarse. Así de sencillo… La clave es “aceptar” las sensaciones y emociones tal cual se presenten.
En el caso de las crisis emocionales, es útil usar de manera consciente los tres mecanismos emocionales: supresión (o represión), expresión o escape, para hacerlas más llevaderas. Esto permitirá, que podamos ir trabajando una a una de las emociones subyacentes en la misma, tales como, miedo, culpa, vergüenza, apatía, etc. Gestionar la crisis a nivel emocional y no intelectual, reduce radicalmente su duración. Posteriormente, al liberar todas las emociones involucradas, se verá con una mayor claridad lo que se necesita para seguir adelante, entrando en el “coraje” y, que nos permitirá buscar nuevas alternativas, asimilar el aprendizaje de la experiencia, de tal forma que podamos salir fortalecidos. Es importante recordar que la resistencia crea persistencia. Entre más resistas las emociones negativas, mayores consecuencias tendrán a nivel fisiológico, mental y sobre todo, seguiremos creando situaciones de dolor.
Un ejercicio muy simple es sentarse a observar la emoción opuesta a la emoción negativa que estamos viviendo y dejar de resistirnos a ella. Por ejemplo, al momento que sienta resentimiento, conscientemente comenzar a sentir perdón.
A medida que sigamos entregando nuestra resistencia a amar, nos daremos cuenta que dentro de nosotros habita alguien que quiere dar y compartir, liberarse del pasado y dejar atrás el conflicto. Perdonar y perdonarnos, eso es lo que nos lleva a reencontrarnos con nuestro Ser Superior….
¡Les deseo el mejor de los años!


Dejar ir



Muy buenos días estimados lectores. Hace unas semanas tuvo a bien, mi buen amigo Paco,  regalarme un libro maravilloso llamado “Dejar ir” de el Dr. David R. Hawkins, el cual, me atrapó desde el primer instante, ya que explica muy claramente cuál es la base del sufrimiento, así como los beneficios de tener una inteligencia emocional más desarrollada. A continuación les presento algunos de los puntos de este libro.

“Como explica Hawkins, una -pequeña parte de nosotros mismos se apega a lo familiar-, sin importar lo doloroso o ineficiente que sea. Puede  parecer extraño, pero nuestro ser, son “s” minúscula, en realidad , disfruta de una vida empobrecida y de toda la negatividad que conlleva: sentirse indigno, invalidado, juzgar a los demás y juzgarse a uno mismo. Intentar salir ganando y tener razón siempre, lamentarse por el pasado, temer al futuro, lamerse las heridas, ansiar la seguridad y buscar amor en lugar de darlo”.
Fran Grace

Pero, ¿cuál es el mecanismo para dejar ir? En primera instancia, “soltar”, corresponde  a liberarte de la presión interna (la loca de la casa, ego o pensamiento, más las emociones aparejadas, miedo, dolor, enojo, culpa, etc.), para llevarte a un incremento en tu felicidad y bienestar en todos los niveles, físico, mental, emocional y del espíritu.
Pero resulta que, la mayor parte del tiempo, los seres humanos estamos sometiéndonos a una turbulencia interna producida por el temor y la amenaza de la desdicha, donde nuestra autoestima siempre es puesta en peligro de manera interna y externa.

Lo interesante es, que los pensamientos no son los que tienen el poder de generarnos la desdicha, sino los sentimientos que los acompañan. Son estas emociones almacenadas en nuestro organismo, las que crean los pensamientos distorsionados. Esto se debe a que toda la información que percibimos del entorno, la recibe el tálamo, el cual, la envía a la amígdala cerebral, esta, a su vez, es la señal de alarma del cuerpo y de ahí, a los lóbulos frontales que son los responsables de imaginar y pensar. De tal forma que, cuando la señal de peligro está prendida, comenzamos a fabricar historias de terror acerca de lo que nos pasa.  Si pudiéramos tener conciencia del dolor o miedo subyacente, al instante podríamos liberarnos de los pensamientos negativos.

Gray y La Violette señalan que, los pensamientos son archivados en el banco de la memoria de acuerdo a los diferentes matices de los sentimientos asociados a ellos. Por lo tanto,  cuando soltamos un sentimiento, nos liberamos de todos los pensamientos asociados.
La forma más fácil para vivir en libertad y darles libertad a quienes nos rodean es soltar todos nuestros conflictos internos, así como nuestras expectativas.

Los mecanismos principales para no gestionar de manera adecuada los sentimientos son:
1. La supresión y la represión: La represión se da a nivel inconsciente y la supresión se da a nivel consciente. El guardar los sentimientos se manifiesta con síntomas de irritabilidad, cambios de humor, tensión en los músculos del cuello y la espalda, dolor de cabeza, calambres, trastornos menstruales, colitis, indigestión, insomnio, hipertensión, alergias, etc. La represión se da cuando sentimos demasiada culpa y miedo ante algo, por lo cual no podemos enfrentarlo. Para poder reprimir o suprimir, usamos dos mecanismos por excelencia, la negación y la proyección.  Fritz Pearls decía que el 90% de nuestras relaciones son proyección y el otro 10%, también…
2. Expresión: La expresión de las emociones negativas permite salir únicamente la suficiente presión interna para que el resto del contenido pueda ser suprimido, sólo propagando y dándole mayor energía.  La expresión de la negatividad produce el deterioro en las relaciones.
3. Escape: Es la evitación de los sentimientos a través de la diversión, compulsiones y adicciones. Todos los excesos están incluidos aquí: trabajo, ejercicio, etc., lo cual provoca enfermedades físicas y emocionales, así como, envejecimiento y muerte prematura.


Las emociones son internas, no se producen de manera externa, eso es algo importante de contemplar. Todos los síntomas físicos son el resultado de las emociones guardadas (ansiedad, miedo, ira y culpa).  En el siguiente artículo veremos cómo liberarnos de ellas.

Inteligencia Emocional



Estimados amigos, hoy vamos a hablar de un tema que es fundamental para nuestra vida y nuestras relaciones, que es, la inteligencia emocional, la cual, afecta  la forma de gestionar el comportamiento, navegar  en las  complejidades sociales y tomar decisiones personales para lograr resultados positivos. Proviene del latín e-mocion, que significa, “hacia el movimiento”. Es decir, una emoción necesita salir de nuestro organismo a través de movimientos y/o palabras, para no transformarse en un síntoma o enfermedad. Su función es la de satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades; también, nos ayudan a aprender y a tomar decisiones. De tal manera que, si tú no sabes lo que sientes, no identificas lo que necesitas y, por lo tanto, no lo pides, o suples a través de necesidades falsas. Por ejemplo, estoy triste y en lugar de reconocer que necesito un abrazo, me como un chocolate.

Pero, ¿cómo sé si tengo suficiente inteligencia emocional? Ahí te van los siguientes puntos para que te des una idea:
1.    Tienes un vocabulario emocional sólido: Es decir, sabes identificar fácilmente lo que sientes en todo momento. Puedes ponerle nombre y apellido a tu emoción. La mayoría de las personas cuando les preguntas qué es lo que sienten, te contestan con los clásicos, “bien” o “mal”, cuando hay una gama increíble de emociones.
2.    Muestras curiosidad por el mundo que te rodea: Tienes capacidad de explorar y probar cosas diferentes. Te gusta la novedad.
3.    Aceptas y te adaptas fácilmente al cambio: Es decir, eres flexible como el agua que toma la forma del recipiente que la contiene.
4.    Conoces tus fortalezas y debilidades.
5.    Eres empático y sabes detectar los estados emocionales de los otros, así como investigar y satisfacer sus necesidades. Este punto es fundamental no sólo para desarrollar mejores relaciones sociales, sino también para vender, liderear y  lograr resultados.
6.    Es difícil que te ofendas: Esto quiere decir, que estás consciente de que nadie te ofende, tú te ofendes, así que tú tienes el poder en tus emociones y en tu vida. Como diría Eleonor Roosevelt, “nadie te puede hacer sentir mal sin tu consentimiento”.
7.    Sabes poner límites: Esto se debe a que sabes lo que sientes, por lo tanto, lo que necesitas y, como consecuencia,  lo pides… Dices “sí” cuando quieres decir “sí” y dices “no” cuando quieres decir “no”. ¿Sabes que 7 de cada 10 personas en el mundo no saben poner límites eficientes? Los límites dan seguridad y a nivel personal representan el autogobierno, es decir, te sabes poner límites a ti mismo.
8.    Aceptas tus errores y tus fracasos: Este punto ya lo hemos platicado en artículos anteriores, siendo fundamental acepar que el error es parte de la vida, pero que lo importante, lejos de sentirnos culpables y derrotados, es utilizar estos errores como escalera para el crecimiento.
9.    Das de manera genuina: Al momento que puedes empatizar con los demás y comprenderlos, el “dar” se da de manera natural, espontánea y generosa.
10. No eres rencoroso: Sabes enfrentar tus molestias directamente, poniendo estos límites que necesitas y orientándote a lo que te hace bien.
11. Sabes neutralizar a las personas tóxicas: Como no te “enganchas” con el veneno de los vampiros emocionales, con las críticas y las quejas de los demás, sabes ponerles límites claros y asertivos.
12. No buscas la perfección: Ya que estás reconciliado con el error y el aprendizaje, así como en escuchar tus necesidades de descanso, fisiológicas, de esparcimiento, etc., dejas de querer hacer todo perfecto, tanto en ti, como en los demás.
13. Aprecias lo que tienes: Ser agradecido, es una de las mayores virtudes del ser humano, ya que cuando lo hacemos, automáticamente estamos viendo el lado positivo de las cosas. Es importante agradecer hasta nuestros problemas, para ponernos en el lado del aprendizaje y crecimiento que nos dan, en el “cómo si puedo”.
14. Te sabes desconectar: Te tomas el tiempo y espacio necesarios para la relajación, la creatividad y el ocio.
15. Superas tus miedos: Sabes identificarlos, ves la parte real de la historia de terror que te estás contando y los afrontas. Los conviertes a mecanismos que te impulsen a crecer.
16. Te sabes divertir y conectar con la alegría.


¿Ya viste que importante es que comiences a desarrollarla? ¡Te deseo feliz semana!!!

Heridas primarias (continuación)



¿Recuerdan que la semana pasada comenzamos el tema de heridas primarias? Estas son, aquellas heridas generadas los primeros años de vida y que nos marcan de tal manera en la vida, que las vamos repitiendo en la etapa adulta. Tocamos anteriormente,  la herida de abandono, rechazo y traición. Ahora hablaremos de otras que igualmente son muy importantes.
o   Herida de humillación: Se da en aquellas familias donde los padres y/o figuras de autoridad, maltratan física o verbalmente al niñ@, generando una sensación de  indignidad en el menor (no soy digno de ser querido), lo cual provocará, que en la etapa adulta, entren en relaciones de abuso, ya sea con maltratadores, manipuladores o narcisistas. Genera  en ellos una vergüenza tóxica, donde la persona siente que no merece ser amada por ser tan poca cosa.
o   Herida de injusticia: Se da en aquellas familias donde los padres no tratan igual a los hijos, por ejemplo, a unos les dan estudios y a otros no o, conductas machistas, donde se les da prioridad a los varones en relación a las niñas. También en aquellas situaciones fuera del control de la familia, como por ejemplo, las guerras o  los desastres naturales, donde el niñ@ de repente se ve expuesto a situaciones de vulnerabilidad.
o   Herida de comparación: Sucede cuando los padres hacen comparaciones entre los hijos. Por ejemplo: ¿Por qué no eres como tu herman@, que es tan obediente, bueno, estudioso… En cambio tú, eres un flojo, bueno para nada, desobediente… También cuando se realizan comparaciones en la escuela; “la fila de los aplicados y la fila de los burros”. Cuando el niñ@ mismo se compara con los demás por no ser, hacer o tener lo que otros son, hacen o tienen. Puede generar en el futuro “la celotipia”. El celoso normalmente, siempre elige personas atractivas para enamorarse, donde en la comparación con las parejas potenciales, siempre sale perdiendo… El otro es más guap@, joven, exitoso, en relación a sí mismo.
o   Herida de desconexión: Se genera cuando en las familias hay muy poco contacto físico positivo; ser cargado en brazos, abrazado, besado, tocado de forma sana. Esto genera en la etapa adulta dos posibles conductas; una es la “fobia al contacto”, es decir, un miedo profundo a ser tocado, a la cercanía física. Lo cual se va a reflejar en una dificultad grande para contactar al otro, sintiendo una profunda angustia cuando alguien los quiere tocar e incluso acercarse. La otra posible conducta es la promiscuidad.
o   Herida de invasión: Esta herida es muy común, y se da cuando los padres son muy castrantes, es decir, invaden al niño diciéndole lo que “tienen” que hacer, cómo  lo tienen que hacer, dirigiendo y supervisando cada paso de su vida.  También cuando hay abuso sexual infantil o cuando son niños muy golpeados o maltratados verbalmente. Esto significa que, hay una invasión a los límites de la persona continuamente. Cuando estos niños crezcan, tenderán a huir de las relaciones por temor a ser “tragados” por el otro. Son las típicas personas con fobia al compromiso. Se relacionan curiosamente con personas dependientes; es decir, aquellas que le tienen miedo al abandono y hacen cualquier cosa por permanecer en la relación. Uno huye y el otro persigue, detonando sus miedos más profundos mutuamente.

Si se dan cuenta, podemos tener uno o más de estos miedos primarios, reviviéndolos constantemente en nuestras relaciones. En cuanto se detona alguna en la etapa adulta, se experimentan las mismas sensaciones y sentimientos que en la infancia, generando reacciones desproporcionadas (berrinches, llanto desconsolado, ansiedad desmedida, conductas compulsivas, etc.), ya que no estamos actuando desde “el adulto”.
Pero, ¿qué hacemos para poder recuperarnos? Es importante primero reconocer cuáles son las heridas que tenemos, así como revisar de dónde provienen, qué tiene que pasar para que se detonen, con qué personas especialmente se detonan, para poder así abrazar a nuestro niño interno y darle lo que en ese momento le hizo falta.
Vale la pena sanarlas para poder relacionarnos desde la confianza, la vulnerabilidad y el goce, haciéndonos responsables de nuestra propia historia y darnos cuenta cuando estamos atrayendo personas que nos la sigan detonando. Y, es más, cuando nos aparezcan estos maestros de vida,  hacerlas presentes, agradecerles la lección, contener a nuestro niño interno, cerrando cada vez más la herida hasta que ésta ya no duela, quedándonos tan solo una cicatriz… Si no puedes resolverlas por ti mismo, te recomiendo que acudas a terapia.

¡Te deseo una feliz semana!

Heridas de la infancia



Las heridas de la infancia o heridas primarias,  son en definitiva, las heridas más dolorosas del ser humano que se gestan los primeros años de vida principalmente o hasta la adolescencia. Son esas huellas que nos dejan marcados a lo largo de la vida porque conllevan mucha vergüenza, culpa, miedo y tristeza. Pero, ¿qué son?
Cuando somos pequeños, todos tenemos necesidades vitales para forjar una autoestima saludable, tales como: protección, seguridad, afecto, contacto físico positivo, cuidado, cariño, ternura, compañía y amor. Sin embargo sucede que, muchas veces, los propios padres nunca lo recibieron, razón por la cual, no pueden dárselo a sus hijos tampoco. Así mismo, en muchas ocasiones, son patrones de dolor que se van repitiendo de generación en generación. De tal manera, que el niño crece lleno de huecos emocionales y afectivos, así como, una sensación de indignidad por no haber sido cuidado adecuadamente por los padres. Estos patrones adquiridos en la infancia, los llevará en la etapa adulta a sus relaciones, creando sin darse cuenta, las mismas historias de dolor de la infancia una y otra vez.

Veamos ahora cuáles son estas heridas primarias:

1. Herida de abandono: Esta es compartida por todos los seres humanos, ya que es una huella muy arcáica que proviene en primera instancia de las primeras comunidades tribales, donde ser abandonado por la tribu, significaba muerte segura. Es decir, la traemos en el ADN. Por otro lado, también la generamos en el parto, ya que, de pasar de una medio cómodo dentro del vientre materno, somos separados abruptamente de estas condiciones para salir a un medio mucho más hostil. Hasta este punto no son huellas muy graves; sin embargo, el problema comienza cuando el niño es abandonado física y/o emocionalmente por diversas circunstancias: muerte, separación, divorcio, periodos largos de hospitalización, trabajo, o simplemente porque emocionalmente no estaban disponibles los padres para los hijos, generando una huella muy profunda de dolor que, cuando crezca el niño, tenderá a relacionarse con personas que lo abandonen físico y/o emocionalmente de nuevo (parejas, amistades, hijos, etc.), reviviendo y perpetuando las historias de dolor. La creencia que podría generar a nivel inconsciente, por ejemplo, es: “soy tan poca cosa, que por eso me abandonan”. También puede provocar la respuesta contraria donde yo abandono antes de ser abandonado (novio fugitivo).

2. Herida de rechazo o exclusión: Al igual que la anterior, la tenemos en el ADN desde tiempos remotos, por las mismas razones que la huella de abandono. Sucede cuando, por ejemplo, no fuiste un bebé deseado, cuando no eres del sexo esperado, cuando no eres visto por  alguno de los padres, cuando hay preferencia por otro(s) hermano(s), quedando una sensación de ser poco querido en relación  a los demás, pero, sobre todo, no proporcionando un  sentido de pertenencia e importancia personal que es tan necesario los primeros años de vida. Otro ejemplo de ello es, “el bullyng” que genera una devaluación tan fuerte en el menor y mucha vergüenza. De tal forma que, cuando este niño crezca, se relacionará con parejas que lo vuelvan a rechazar.

3. Herida de Traición: Imagínate cómo te sentirías si tus propios padres contaran tus secretos e intimidades tuyas sin tu autorización. Imagina que te das cuenta que tu padre, por ejemplo, tiene otra familia y decide irse a vivir con ella, dejándolos a ustedes. Imagina que tu mejor amigo de la escuela, traiciona tu confianza, hablando mal de ti a tus espaldas. Si te fijas, son situaciones muy dolorosas que alguna vez habremos vivido todos. Sin embargo, cuando son historias demasiado fuertes, donde, como niño, no puedes procesar lo que está pasando, simplemente muchas veces te sientes culpable de lo que está pasando o con vergüenza y miedo. Cuando esto  sucede, la persona se relacionará con gente que lo traicionen de nuevo, a través de infidelidades, estafas, abusos, etc.

Como es importante hablar de este tema a profundidad, continuaremos la próxima semana.
¡Feliz semana!



Los 10 secretos de la Riqueza Abundante



Basado en el libro del mismo nombre respecto… Estos principios yo misma he ido poco a poco aprendiendo a aplicarlos, pero puedo dar buena fe que son verídicos como BASE para desarrollar una verdadera Riqueza y Abundancia. Espero te sean de utilidad:

1.   EL PODER DE LAS CREENCIAS SUBCONCIENTES

*      La gente no logra lo que es capaz de hacer, sino lo que se cree capaz de hacer.
*      La gente generalmente gana lo que cree que vale.

2. EL PODER DE UN DESEO ARDIENTE
*      Si no tienes RIQUEZA ABUNDANTE en tu vida es porque no tienes un deseo ardiente en ella.


3. EL PODER DE LA SOLIDEZ DE PROPOSITO

Puedes lograr cualquier cosa que desees en la vida siempre y cuando sepas exactamente lo que quieres y para qué lo quieres.

Debes ser específico a la hora de marcarte metas, saber las razones que descansan tras ellas y cuando deseas lograrlas, por ejemplo, no es suficiente decir que quieres ser rico. Debes decidir la cantidad exacta de dinero que deseas adquirir, las propiedades que deseas tener y lo que deseas hacer con el dinero.


4. EL PODER DE UN PLAN DE ACCION ORGANIZADO

*      Cuando elaboramos un plan de acción estamos diseñando la vida que deseamos llevar. Si quieres asegurarte el éxito de tus metas debes desarrollar una estrategia, un plan de acción organizado.

5. EL PODER DEL CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO

*      El área más importante de conocimiento especializado: conocer las necesidades de tus clientes potenciales. Si sabes lo que la gente quiere y necesita, puedes triunfar en cualquier negocio.
*      Nadie ha reunido jamás RIQUEZA en ABUNDANCIA sin haber adquirido antes un conocimiento especializado: sobre la ley fiscal, los planes de inversión y ahorro, su propio campo empresarial o sobre lo que sus clientes quieren o necesitan.

6. EL PODER DE LA PERSEVERANCIA

Nada en el mundo puede sustituir a la PERSEVERANCIA. El talento no lo hará; nada es más común que un hombre de talento sin éxito. El genio tampoco; el genio no premiado es casi un axioma. La educación por si sola tampoco; el mundo está lleno de cultos sin gloria. Solo la perseverancia y la firmeza son omnipresentes.
Una de las diferencias más importantes entre alguien que triunfa, ya sea en la adquisición de riqueza o llegar a la cumbre en su profesión, y alguien que no lo hace, es que la persona triunfadora persiste y jamás renuncia.


7. EL PODER DE LA REGULACION DE GASTOS

*      La única forma de crear una fuente regular de ingresos es, o bien ganas más de lo que gastas o que el dinero que ganas trabaje por ti. Si ahorras de forma regular y lo inviertes sabiamente el dinero te producirá interés y crecerá.

 8. EL PODER DE LA INTEGRIDAD

*      Nuestras acciones, palabras, e incluso pensamientos, son como bumeranes: siempre vuelven a nosotros.
*      Cuando consideres un curso de acción en tu vida personal o en una empresa, formula las siguientes preguntas:
o   ¿Es legal?
o   ¿Es moralmente correcto?
o   ¿Me hará sentirme orgulloso de sí mismo?
o   ¿Me gustaría que mi familia se enterase?
o   ¿Me seguiré respetando a mí mismo después de haberlo hecho?


9. EL PODER DE LA FE O CERTEZA

*      Cuando reflexiones sobre un proyecto en el que crees, después de elaborar un plan de acción organizado para asegurarte de su viabilidad, pregúntate: “¿Lo haría si supiera que no puede fallar?”
*      Es mejor intentarlo y fracasar que no intentarlo en absoluto, pero la gran mayoría, cree que es mejor no intentarlo y desear que hubiera salido bien, si lo hubiera intentado, a intentarlo y fracasar.
*      Siempre y cuando intentes hacer algo, es imposible fracasar completamente porque, cuando menos, habrás aprendido de la experiencia.
*      Uno de los mejores consejos que jamás puedes recibir es siempre: “Actúa como si fueras a triunfar; actúa como si furas capaz de lograr tus metas; actúa como si lo que vas a hacer fuera salir bien. Actúa como si no pudieras fracasar en tu empeño y como si nada pudiese impedir que logres tu propósito en la vida.


10.      EL PODER DE LA CARIDAD

*      Muy raras veces se logra abundancia de algo sin la ayuda de los demás o sin ayudar a otros.






¿Me enamoré de un narcisista?



Los narcisistas son expertos en el arte de la primera impresión, por lo cual, en el tema de pareja, suelen ser encantadores y espontáneos, divertidos, así como, terriblemente seductores, donde no tienen ningún problema para atraer a personas del sexo opuesto. Les gusta atraer a gente que los hagan sobresalir a ellos mismos, ya sea por su  juventud, por su atractivo, status, dinero, etc. Sin embargo, desde un principio de la relación, dan una de cal por una de arena; es decir, pasan a las parejas del cielo al infierno en un instante, ya que así como las puede elevar a través de palabras bonitas, de un segundo a otro, pueden tornarse crueles y destructivos.

Un narcisista no sabe amar, en realidad ve al otro como un objeto a su servicio, a alguien que le tiene que adorar y quien tiene que estar muy agradecid@ por estar con él o ella. Se cree que tienen una autoestima muy alta, sin embargo, no es así. En realidad tienen una soledad y un vacío muy grande que tratan de compensar de alguna manera, a través de idealizar su imagen. Están muy desconectados de sí mismos y de sus emociones, por consecuencia, están desconectados de los demás. Les gusta ser adorados y admirados, ya que, cuando no es así, se enojan y eso desata la furia narcisista, provocando reacciones de venganza muy diversas. Otra de sus características, es que oscilan entre la omnipotencia y la impotencia. Es decir, cuando dudan de su grandiosidad, tienden a deprimirse. En el fondo al estar desvinculados, tocan la soledad y el vacío, por lo cual, muchas veces, necesitan recurrir a otras adicciones para escapar de su dolor, recurriendo principalmente al alcohol y a drogas, especialmente la cocaína.

Desde el inicio de la relación ya se van dando una serie de señales, por ejemplo, la falta de coherencia entre lo que dice y lo que hace, sarcasmos, pequeñas críticas que ponen de manifiesto lo que vendrá después. Sin embargo, como el en-amor-a-miento  es ciego, lo más seguro es que pasemos por alto estas señales. Una persona con una autoestima sana, al pasar el enamoramiento, saldrá de la relación, en cambio, una que no, hará esfuerzos sobrehumanos para permanecer en ella.

El narcisista necesita brillar más que las personas que le rodean, ya que se siente como un ser especial donde siempre tendrá a su séquito de súbditos. En el momento en que éste se perciba igual de glorioso que la pareja, será una ofensa para él o ella y terminará la relación, ya que el trono no lo comparte con nadie. Recuerden esto, para estar con un narcisista, él que tiene que brillar es él. No hay competencia.

Las parejas de estos personajes suelen ser personas con trastorno de personalidad dependiente. Es decir, personas con una autoestima muy baja y necesitadas de cariño, que harán cualquier cosa por la pareja para que no las deje, así que se forma la diada perfecta. Ella cubrirá todas las necesidades del narcisista con completa abnegación y subyugación, ya que no se siente digna de ser amada, a cambio de obtener el privilegio de ser “la elegida” de entre el montón… Lo que no sabe esta persona, es que al paso del tiempo, cuando sus necesidades no sean cubiertas, cuando ni siquiera le importen al narcisista, terminará enfermándose, o con una autoestima aun más dañada. Y peor aun, cuando aparezca una persona que le proporcione de alguna manera mayor grandiosidad al Narciso, éste, sin ningún remordimiento, la cambiará…

La fantasía del dependiente, es que un día su grandiosa pareja cambie, pero, se puede quedar esperando, ya que el otro, jamás lo hará… Si eres pareja de un narcisista, lo más importante es romper la idealización de la pareja y comenzar a ver al humano que está, con sus defectos y virtudes. Así mismo, requerirás de terapia para salirte de la relación y atravesar el síndrome de abstinencia. ¿Estás enamorad@ de un narcisista?

¡Feliz semana!

Atravesar la crisis


Una crisis, es un momento de la vida, donde sientes que no puedes con lo que ella te demanda. Es un “ya me fregué”, no puedo con esto. Siento que me faltan herramientas para afrontarla. Lo cual genera mucha incertidumbre, miedo, frustración, así como, en ocasiones, culpa y vergüenza. Se presenta una sensación de vulnerabilidad.

Cuando la vida no es lo que uno espera y cuando no tenemos las herramientas para salir adelante, a través del miedo, tratamos de minimizar el dolor y entramos en situaciones de riesgo: compulsiones, adicciones, enfermedades o conductas autodestructivas.

En una crisis lo más importante es el discurso interno, la narrativa, lo cual te lleva a buscar recursos o a paralizarte. Es decir, la capacidad de afrontamiento que presentes ante ella.

Una de las características de la crisis, es sentir que estoy solo.

Se define como un estado de desorientación e inestabilidad emocional, en el que la mayoría de las dimensiones de la vida de un individuo se ven afectadas y que se relaciona consistentemente con cambios para los que el individuo no tiene recursos con qué afrontarlos.  "Una novedad con la cual no sabemos qué hacer".

Generalmente, vemos a las crisis como “la peste”; sin embargo, son las grandes oportunidades para que nos movamos de algo que evidentemente ya no funciona. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo afrontarlas?

Muchas veces se debe por temor al cambio, a tener que desarrollar nuevos recursos en la vida que no tengo, a buscar apoyos cuando no estoy acostumbrado y sobretodo, por “la incertidumbre”. Es decir, nos encanta tener “certezas”, las cuales son utópicas e irreales, ya que no tenemos la certeza de absolutamente nada.

Hay diferentes tipos de crisis:
1.    Circunstanciales: Son aquellas que no dependen de mí. Por ejemplo, un desastre natural, una enfermedad, la muerte de un ser querido, que te pidan el divorcio o te engañen, etc.
2.    Del Desarrollo: Son internas al ser humano y se deben a los cambios en las etapas de la vida (niñez – adolescencia, adolescencia – juventud, juventud – adultez, adultez – vejez) o por crisis de sentido, es decir, cuando no sé para qué estoy aquí. No encuentro mi propósito de vida.

Ahora bien, es importante comprender que, cuando estoy en pleno ojo del huracán, no es el momento adecuado para tomar decisiones, ya que normalmente estarán basadas en nuestros miedos. ¿Qué es importante entonces? Trabajar en el sentido de vida. Es decir en nuestras motivaciones y pasiones. Te recomiendo que escribas tus 5 principales sentidos de vida en orden de importancia. Para qué vale la pena vivir, para qué vale incluso apostar la vida. Y no vayas a escribir como muchos años “ser feliz…”, esas respuestas poco pensadas y amplias, no te llevan a encontrar tu propósito. Habría que definir primero, ¿qué es ser feliz para ti? Es una realidad, que la mayor parte de los seres humanos no tienen claro este sentido de vida, siendo además, importante actualizarlo. Por ejemplo, si para mí un sentido de vida es irme a estudiar al extranjero y ya me fui, necesito actualizar mi lista y encontrar otro sentido. Hay algunos que son más trascendentes que otros. Por ejemplo, irme de embajadora de la paz, salvar animales o trabajar con las comunidades más pobres, entre muchos otros. Pero, sea el que sea tu sentido: comprar un coche, encontrar una pareja, pagar la universidad de tus hijos, viajar, o lo que tú quieras, será un motor que te impulsará a seguir luchando en la vida.

También es importante trabajar en la resiliencia, es decir, en la capacidad de resistir y rehacerte con más fuerza ante los embates de la vida, en vez de estar en la resistencia, peléandome con lo que la vida me demanda y llenándome de frustración.  Cambiar el punto de vista del observador, es decir, en vez de decirme, “no puedo con esto”, preguntarme, “¿cómo puedo con esto?”.

Por último, existen crisis muy fuertes que requieren apoyo terapeútico especializado. Yo te invito que busques ayuda si te das cuenta que ya no puedes con esto.

¡Feliz semana!

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