¿Te imaginas poder viajar en el tiempo y en el
espacio para poder obtener la información que necesites y transformar tu
realidad? De esto habla el Doctor en Mecánica de los Fluidos Jean Pierre
Garnier Malet con su teoría del Doble cuántico, así como el desdoblamiento del
espacio y del tiempo, a quien tuve la oportunidad de escuchar en días pasados.
Entre las cosas que mencionó y que me parecen sumamente interesantes se
encuentran los siguientes puntos:
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Vivimos al mismo tiempo dos momentos diferentes: un
segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo
imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al
tiempo consciente.
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Todos tenemos una capacidad de síntesis
instantánea de un análisis que hemos realizado en otro tiempo aunque no
tengamos la memoria de ello. Esto quiere decir que, en cada instante presente
tenemos un tiempo imperceptible en el cual fabricamos un futuro potencial, lo
memorizamos y en tiempo real lo realizamos. Tenemos la sensación de percibir un
tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por
imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes.
Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible. Como en
el cine, por ejemplo, que sólo vemos 24 imágenes por segundo y la número 25 no
la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes
para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo
subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido
probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de
partículas y a escala de sistema solar.
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El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da
como resultado que el hombre vive en un tiempo real y en el cuántico, un
tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo
transmite al que vive en el tiempo real.
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Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo
cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el
presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y
está perfectamente demostrada.
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Todo en el Universo se desdobla, incluso las
partículas. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen
la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de la energía de
información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz.
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Un ejemplo de esto es la investigación que realizó
en los años 20 Paul Langevin, quien demostró que si un gemelo viajaba a la
velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin
no le creyeron. Hubo que esperar 50 años, en 1970, gracias a los relojes
atómicos, que se comprobara esa ley. Lo cual, quiere decir, que en ese tiempo
imperceptible pasó mucho tiempo.
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Si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un
microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido,
puesto que he estado ausente un microsegundo.
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Así mismo, existe otra propiedad conocida en física
como la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular
(cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de
ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.
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Es importante saber que asimilamos esa información
en el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos
nuestra máxima actividad cerebral, es allí donde se da el intercambio entre el
cuerpo energético y el corpuscular. Y en ese intercambio puedes arreglar el
futuro que has creado durante el día, lo que hace que al día siguiente tu
memoria esté transformada.
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El intercambio se realiza a través del agua del
cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de
supervivencia y la intuición.
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Por lo tanto, ¿fabricamos potenciales por medio de
nuestro pensamiento?
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¡Así es!!!! Si por ejemplo pienso en una
catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puedes sufrirla tú u
otra persona. De manera que la conclusión es: "No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los
demás pensaran en hacerte a ti". No es una ley moral
ni filosófica, es una ley física.
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Una vez más, nosotros creamos nuestra realidad con
el pensamiento, y justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto para
comunicarnos con nuestro doble para pedirle que solucione los problemas. ·
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Con el doble creo una relación en donde dejo
totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. Durante la noche no
sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también nos guía para los
pensamientos del día siguiente.
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Interesante, ¿no? Continuaremos la próxima semana
con más información sobre este tema. ¡Feliz semana!!!