¿Cómo
están mis estimados lectores? Espero que muy bien… Esta semana vamos a hablar
de la comunicación, la cual, es el proceso que ocurre entre una relación.
Tenemos a dos sujetos que tratan de transmitir alguna información, la cual, a
su vez, tiene dos niveles:
·Un nivel de contenido: de qué estamos hablando; y,
·Un nivel de relación: cómo me siento contigo.
Es decir, la comunicación es el proceso que facilita que podamos
compartir algún tipo de información, así como, algún tipo de vínculo.
Sin embargo, en el proceso de transmitir esta información hay
dificultades; ya que, por un lado, no somos lo suficientemente claros, no
decimos lo que queremos decir, o porque la interpretación de lo que decimos
está a expensas de lo que entienda el otro. Esto quiere decir, que sólo a nivel
de información ya se produce un terrible desconcierto.
Aunado a esto, en cuanto al vínculo, también se crea mucha
confusión; ya que, a veces puedo quererte mucho y a veces te desquiero. A veces
todo parece muy fácil y a veces no. Por lo tanto, aquello que es información,
datos, queda un poco confundido en medio de lo que es la percepción que tengo
de la relación. Con lo cual, se produce una serie de desconciertos,
de transferencias (donde pongo asuntos míos en ti), de contra-transferencias
(donde pones cuestiones tuyas en mí), que complican mucho que nos podamos
comprender de manera clara y transparente. Consideremos además, que la
comunicación es el proceso más importante de nuestra vida después de los
procesos orgánicos del ser humano.
¿Qué
es la descomunciación?
Es la interpretación del contenido de un mensaje de forma
diferente a lo que dice el comunicante. Por ejemplo, las presuposiciones, donde
yo creo entender algo, que puede ser muy diferente a lo que es (las
malinterpretaciones).
Cuando por mucho que lo intentas te das cuenta que el otro no te
entiende, por supuesto que tocas la impotencia, e incluso se llega a una
sensación profunda de invalidez, porque no me siento comprendido por el otro.
Es fundamental el sentirnos escuchados, comprendidos y reconocidos. Cuando no
es así, se da el proceso de descomunicación.
Hay que tener mucha flexibilidad y recursos para explicar al
otro lo que quiero transmitir. En cuanto al oyente, si no está dispuesto a
abrirse a la comunicación, no habrá nada que hacer.
El
problema es que muchas veces no sabemos acercarnos a nuestros mundos interiores
respectivos (empatía) y acompañarnos emocionalmente. Es importante comprender
que las personas no siempre pensamos igual, ni sentimos siempre lo mismo; “no
somos quienes éramos, ni aún somos quienes seremos”. Captar el
presente de la relación, es sentirnos acompañados de verdad. Cuántas veces no
hemos cometido el error de decirle al otro: “Es
que hace tiempo me dijiste tal cosa…”. “Ese”, de aquel tiempo, no
es el mismo posiblemente que el que tengo hoy enfrente. Creamos imágenes muy
rígidas acerca del otro, que nos impiden verlo tal cual en el momento presente.
¿Qué
hacemos entonces?
¡Metacomunicar! Es decir, vamos a hablar del cómo nos estamos comunicando. Porque
si logramos ubicar y romper el nudo que nos está impidiendo entendernos,
lograremos aceptar por principio, que no nos estamos entendiendo, y a partir de
allí, qué haremos para conseguirlo. Poder observar cómo nos estamos
comunicando, hablando de la forma y no del contenido. Para ello se requiere
obviamente, las ganas de querer entender al otro, de tratar de percibir cómo ve
el mundo el otro, así como, la paciencia para tratar de explicarle al otro cómo
veo el mundo yo. Es decir, recordar que cada quien tiene sus propias creencias
(formas de ver el mundo a partir de las cuales se les da significado a las
cosas).
Para
qué estoy usando esa palabra, qué significado le estoy dando en ese momento y
cuál es la intencionalidad con que la digo en ese contexto. Sin embargo, muchas
personas confunden lo que es el contenido de las palabras con lo que es la
relación. Son aquellas que dicen; “o estás conmigo, o estás en mi contra”. Lo cual
acarrea muchos conflictos comunicativos.
Espero que esta información te haya sido de utilidad…